Una obra diferente y compleja en Cabo Vírgenes

En noviembre de 2012, Protunel S. A. aprovechó su experiencia en una obra ejecutada hace años en la localidad de Barda del Medio, en Neuquén, para la empresa Pérez Companc, y utilizó su conocimiento especializado para completar otro desafío en Santa Cruz.

En noviembre de 2012, Protunel S. A. aprovechó su experiencia en una obra ejecutada hace años en la localidad de Barda del Medio, en Neuquén, para la empresa Pérez Companc, y utilizó su conocimiento especializado para completar otro desafío en Santa Cruz.

Convocados por Enap Sipetrol, los profesionales de Protunel S. A. viajaron hasta Cabo Vírgenes, a 134 km de la ciudad de Río Gallegos, para reemplazar una instalación ubicada en el borde de un acantilado de casi 60 m de altura. La presión de la vieja estructura de acero que conducía la cañería sobre el suelo con roca, gravas y arcillas deslizables generaba derrumbes en el borde del acantilado; por ello, era necesario reemplazarla por una cañería subterránea.

Apoyándose en su pericia para ejecutar trabajos de tunelería diferentes a los habituales, Protunel S. A. aceptó el desafío. Pionera y especialista en tunelería dirigida, la empresa se dedica a la realización de túneles de manera exclusiva. Así, más de 270.000 m de redes subterráneas en 17 años de trayectoria avalaron la decisión de aceptar el trabajo.

Durante un primer viaje a Cabo Vírgenes, la falta de estudios de suelo más la dureza y la heterogeneidad del terreno impidieron realizar la tarea. Entonces, los profesionales de Protunel S. A. decidieron redoblar la apuesta: regresarían al lugar con otra preparación y, de no poder completar la obra, solo se cubrirían los gastos relacionados con los viáticos.

En una segunda instancia, el equipo de Protunel S. A. contrató a un topógrafo para realizar un análisis del complicado terreno, con el que se tomaron los puntos de referencia y se realizaron los cálculos correspondientes a la nueva traza con una estación satelital.

Asimismo, el arquitecto Julio Alessandro viajó a las oficinas de Vermeer, en Iowa, Estados Unidos, para comprar el equipamiento necesario. Se adquirió una nueva cabeza de perforación ARMOUR para el sistema RATT, que se luego se incorporó a nuestras tuneleras para perforar roca; y los expansores apropiados para tan difícil terreno.

Luego de una cuidada planificación y con las herramientas adecuadas, el equipo retornó a Cabo Vírgenes para ejecutar la tarea. De esta manera, justo donde comienza la Ruta 40, la tunelera Vermeer Navigator D36x50 Serie II efectuó un túnel de 144 m de longitud a 58 m de altura con una inclinación de 44°. El trabajo fue realizado con severas condiciones climáticas: frío, lluvia y fuertes vientos en un suelo extremadamente complicado.

Una vez completada la traza piloto, se ejecutaron las expansiones y las fusiones de la cañería de PEAD de 160 mm PN16. Luego, se descolgó el caño por la barranca mientras se lo soportaba con hidrogrúas; para instalarlo, se comenzó a jalar desde la playa hacia la parte superior.

Las tareas debieron ser permanentemente interrumpidas por la marea, que solo permitió trabajar en los horarios de bajamar. Asimismo, todos los productos que se utilizaron están totalmente certificados y son inocuos para el medio ambiente. Finalmente, tras siete días de intenso trabajo, la tarea estaba cumplida y el grave problema de los desmoronamientos y sus consecuencias medioambientales, solucionados.

Una vez más, al igual que en la obra de Diamante, Entre Ríos, donde se solucionaron todos los desprendimientos de la barranca del Río Paraná, la acción de Protunel S. A. permitió la preservación del medio ambiente.